Libro de chistes cortos buenos

Era nochevieja y nuevamente aprovechó la ocasión para emborracharse. Se metió en el autobús y una señora conocida lo regañó - Como siga así irá a parar a las puertas del infierno. El borracho todo alarmado se dirigió al conductor. -¡Pare por favor!¡Tomé el que no era!