Libro de chistes cortos buenos

Una chica se va a confesar y le dice al cura: -Cada vez que le veo me pongo muy caliente... ¿usted cree que me voy a salvar? -Pues mira, te vas a salvar porque tengo una misa a las 6, que si no...

hola hermano, ando buscando al cura que te va a casar, que me va a casar una cura esto es insoportable como me va a tener que casar una cura que te cura, la boda se suspende

-Y tú, ¿En qué trabajas? -Pelando papas -¿Eres cocinero? -No. Peluquero en el Vaticano

-Señor Cura, he pecado, soy muy cotilla... -No te preocupes, reza un Padre Nuestro y dos Ave Maria. -Vale... Ah! por cierto... San José vendió la carpintería o la traspasó?

Estaba en cura en plena ceremonia cuando llega el momento más deseado: Yo los declaro marido y mujer. Ya pueden actualizar los estados de Facebook.

Tras haberle transmitido su encargo, Dios vuelve a presentarse ante Noé y le pregunta: -¿Qué, Noé? ¿Ya tienes el arca preparada? -Sí, Dios, mira: dos bolitas de pimienta, dos pizcas de sal, dos ramitas de canela... -¡Te dije especies! ¡ES-PE-CIES!

Están en media misa y el cura dice: queridos hermanos, voy a hacer una bolita de papel, y al que le cae es un pecador. Entonces el cura lanza la bola y esta rebota en su cabeza. Y el cura dice: disculpen hermanos con rebote no vale.

¿Por qué se detuvo Moisés cuando llegó al Mar Rojo? Porque esperó a que se pusiera... ¡verde!

Los 2 niños estaban haciendo juntos los deberes cuando uno dice: -Oye Juan, ¿como es la definición de cura? -Pues un cura es al que todos llaman padre menos sus hijos. Estos le llaman tío.

Era un camión que bajaba todo loco cargado de nitroglicerina y a gran velocidad, y la iba aumentando porque de repente el conductor se da cuenta de que va sin frenos. Va derrapando y controlando pero como no lo da controlado decide tirarse pero el cinturón no se abre. Lo corta con una navaja y se tira, el camión explota y casi lo quema, pero finalmente esquiva tirándose por un terraplén. Allí se mataría por la altura pero por suerte queda colgado en de una ramita. El cura que pasaba por allí lo vio todo y lo ayudó a bajarse. Dijo el tipo: -Gracias a Dios que me he salvado. Dice el cura: -Gracias a Dios no, gracias a a ramita porque Dios tenía las intención clara...

Durante el vuelo de España a Venezuela, el avión pasa por una tormenta y un rayo provoca que se rompa un ala. Ya cayendo cundía el pánico y en medio el cura dijo: -Hermanos, junten las manos y recen que al fin vamos al cielo. Uno le contestó: -Padre, eso está bien pero vamos en dirección contraria.

Eran dos curas que conversaban: -Padre Adriano, los tiempos van cambiando, ¿cree que algún día veremos matrimonios entre curas? -Nosotros no creo, pero seguro que nuestros hijos sí.

-Estoy leyendo un libro de aventuras fantásticas muy chulas, se llama la Biblia -Anda, ¿y de qué va? -A ver, primero hay un tipo que se llama Dios, y coge a sus amigos y se escapa porque los malos los quieren matar. Llegan a un punto que están acorralados y otro tipo llamado Moisés moviliza a los arquitectos. En apenas 5 minutos lo tenían listo y luego en menos de 1 hora ya tenían listo un puente para cruzar el río y salvarse. -Demasiado fantasioso, no me creo nada. -Pues aún te lo conté así, porque si te cuento como viene en el libro...

Era un Iglesia bastante progre, que como recaudaba más, se permitía un mejor servicio de hostias con mantequilla y mermelada

Eran 3 curas de 3 parroquias vecinas que estaban afectadas por una plaga de murciélagos. Se juntaron y dijo el primero: -Lamentablemente no di con la solución. Me compré un rifle e intenté cargármelos pero no ha funcionado, sólo llene de agujeros media parroquia. -Pues yo les puse veneno pero se han vuelto inmunes o no se, porque al principio retrocedieron pero ahora vienen con más fuerza si cabe. -Yo lo arreglé jeje. Simplemente los cogí a todos y los bauticé y confirmé. Nunca más los volví a ver cerca de la Iglesia.

¿Cuál es país del mundo con la población más estéril? Es el Vaticano, que sólo ha dado a 28 papas en medio milenio.

Alfredo decide casarse y se lo va contando a todos. Primero empezó por su padre: -Papá, me caso con Antonia. -¿Con esa golfa? Luego va junto a su primo: -Me caso con Antonia. -¿Con esa golfa? lo mismo pasó con diversos amigos, hasta que muy enfadado llegó junto al cura y le dijo: -Nada padre, que me caso, con una golfa además. -Aaaah, ya veo, ¡con Antonia!

La chiquilla en la iglesia se confiesa: -El otro día me encontré a un amigo y tras tomar algo me invitó a dar una vuelta y finalmente lo hicimos. Yo como soy tan frungil acepté -Se dice frágil. -Al día siguiente me encontré a otro amigo en el super y no se como al final acabé en el asiento de atrás de su coche. Como soy tan frungil... -Frágil, se dice frágil. -Y nada, hoy me pasó que me encontré hace un rato a mi novio y poco hablamos y ha estaba encima mía, como soy tan... ¿cómo era esa palabra padre? -Puta, hija mía, puta.

Esto era un tipo que se va a confesar y dice: -Nada que justo ayer estaba trabajando y me di un martillazo en un dedo. Me salió un ¡mecagondio! y vino mi mujer a reñirme. Yo con el enfado y todo le di un martillazo a ella que le partí la mandíbula. Y hoy por la mañana me puse a arreglar el grifo, con tan mala suerte que al levantarme me golpee con el lavabo y me salió un ¡mecagondio!. En esto que vino mi suegra y me replicó que eso no se decía. Yo con la ira que tenía en ese momento no me controlé, cogí la llave y de un hostiazo me la cargue. -Hijo, todo esto es muy grave, tendrás que rezar 6 padrenuestros y 10 avemarías. En esto que se levanta el tipo, se golpea con la puerta y dice: -¡megangodio! Santa el cura entonces: -¡Y en su madre!

Era un tipo que se le murió el perro y fue a la iglesia a por una misa. -Padre, se me ha muerto el perro, ¿podría hacerle una misa a la pobre criatura? -Lo siento, aquí no celebramos este servicio por animales, aunque en el pueblo de al lado hay un cura un tanto hereje que hace cosas raras. -Gracias padre. Por cierto, ya de paso, ¿tiene idea de cuanto sería lo apropiado para donar, tal vez 1000 euros? -Pero hijo, haber empezado por ahí y decirme que el perro era católico.

Era un joven cura que le tocó destinado a un pequeño pueblo. Como joven que era venía cargado de fuerza y de ideales. Le tocó ir a ver al diácono del pueblo vecino y para su sorpresa tenía un joven criada a su cargo, la cual por qué no decirlo, estaba de muy buen ver. Le preguntó: -¿Y Don Antón, usted y la chica se comportan correctamente? -Por supuesto, es una buena cristiana. El joven cura se fue, y de allí a unos días dijo la criada: -Don Antón, no encuentro el calentador, parece que desapareció justo cuando la visita del joven cura. Don Antón llamó por teléfono: -Mira Antoñito, yo no insinúo que tu te lo llevaras pero nos ocurre esto con el calentador. -Querido Don Antón, yo no insinúo que usted haga nada con la criada, pero si durmiera en su cama alguna vez, seguro que hubiera encontrado el calentador.

Estaba un tío en el cielo y pronto era la hora de cenar. Le pregunta a San Pedro: -¿Hoy que toca? -Una loncha de jamón y un yogur -¿Solo eso? Pues creía que otra cosa, porque hay un olor muy rico que viene de... El tío se asoma y ve como en el infierno hay una pedazo cena, una gran barbacoa, paella, cervecitas... etc. -San Pedro, mira que pedazo cena, ¿Y aquí esta cena, por qué no hay una mejor cena? -Que no tío, que para cuatro gatos que somos no me pongo a guisar.

Era un santo realmente preocupado porque no tenía seguidores, es decir, nadie le rezaba. Se fue a hablar con Dios y este le aconsejó que hiciera tarjetas y las repartiera para darse publicidad, aunque extrañamente también le dijo también que no se las diera a mujeres de vida fácil ni a gays. Tras esa historia te pregunto: ¿Cómo se llama el Santo? Aahh, ya veo... ¿no lo sabes? Eso es que no te dieron tarjeta, ¿no?

Eran dos curas y uno le dice al otro: -¿Tú como lo llevas, qué haces para evitar las tentaciones? -Pues no tengo muchos milagros, una duchita fría siempre ayuda. -Ya lo he probado, y no me funciona. De hecho tomé tantas duchas que ahora nada más siento que llueve ya se me pone dura.

El cura se adentró a la selva y se encontró a un grupo de caníbales. Se ponía a confesarse ya, y lo que le salió de la boca fue un: Ya la he jodido. En esto que baja un ángel de la guarda y le dice: -No, todavía no. Lo que debes hacer es pelear con el jefe, quitarle la lanza y clavársela al hijo pequeño en el corazón. Se va el ángel y el cura increíblemente logra hacer todo eso. Los caníbales asombrados se acercan al cura, y baja el ángel también, que dice: -Ahora sí, ahora la has jodido.

En plena misa, un tipo se notaba muy molesto con la gente que tenía cerca, especialmente con 2 niños que no paraban de hacer ruido y moverse. Se le oía murmurar al tipo: -Señor, dame paciencia... ¡Pero dámela ya joder!.

La guardia civil entra en un prostíbulo y de repente se encuentran al cura de pueblo: -Pero padre, ¿usted aquí? -Yo debo estar donde está el pecado.

Finalmente tocó ir a confesarse y el joven Alfredo dijo: -Perdone Padre, pero tengo que reconocer y confesar que de vez en cuando me toco el pipilín. -Hijo mío, por Dios, ¿cuál es tu edad? -Tengo veintisiete años. -Hombre, a tu edad y con esas cosas. ¡Ya va siendo hora de que toques la polla!

Era un pueblo de Castilla donde la gente era muy mal hablada, incluso el cura, que llegó un día a la misa y tras leer una noticia dice: Amigos, la estadística dice que somos muy mal hablamos. Como pueblo estamos en el top 2 español... ¡Y mecaguenlavirgen y en los santos todos! ¡Cojones, hostias! ¡Tenemos que seguir así hasta ser los primeros joder!

El monaguillo, interrumpe en el medio de la misa y grita a todo trapo: -¡Es un milagro. Alabado sea el señor. Su sangre hierve! En esto va el cura y tras hacerle unos cuantos gestos finalmente le dice entre dientes: -Calla atontado, que hierve ni que hierve. Mira que catarrazo tengo, le eché frenado al vino.

-¿En qué trabajas? -Pelo papas -¿Eres cocinero? -No peluquero en el Vaticano

Acaba de fallecer y el cura le dedica unas palabras. -Se nos ha ido un gran hombre, excelente marido, un cristiano ejemplar que miraba por su familia. La pobre viuda escuchaba atentamente y le susurra al hijo: -Pepito, ve y mira a ver si está ahí papá o lo han cambiado.

El condenado a muerte recibe la visita del cura justo antes de ir a la silla eléctrica. -Hijo mío, yo traigo la palabra de Dios... -Señor cura, se lo agradezco pero no gaste saliva que en nada estoy con él, ¿algún recadito?

En el bosque un oso corriendo detrás de un cura... de pronto, el cura se para a rezar: -Señor, haz que este jabalí se haga cristiano... En esto el oso se para a rezar y dice: -Señor, doy gracias por estos alimentos que voy a degustar!!

Estaba Pepito haciendo la comunión y le dice el cura: -Pepito, ¿tú quieres ser cristiano? Pepito se queda pensando y dice: -¡Claro que no!! ¿No ve que quiero ser Messi?

Después de terminar las misas del domingo, los 3 limosneros deciden regresar a su casa para contar las ganancias del día. Y al cruzar la carretera dice el limosnero ciego. -¡Cuidado! que veo que por ahí viene un coche. Entonces el limosnero cojo dijo. -¡Corramos! A lo que contestó el limosnero calvo: -¡No, que nos despeinamos!

Era un tipo que le dice al cura: -¿Verdad señor cura que los patos no son animalitos de Dios? -Hijo mío, todos los animalitos son criaturas del señor. -Pues serán, pero viven en pecado. -¿Por qué dices eso? -¿No se da cuenta señor cura? Son bigamos. -¡Menuda ocurrencia! ¿por qué dices eso? -Sí señor cura, son bigamos: tienen 2 patas.

-A ver Pepito, ¿qué es la fe? -Es el misterio teológico que nos impulsa a creer en lo que nos dicen los curas.

-Pero Pepito, ¿por qué no quieres estudiar religión? -Es que es una materia muy difícil. -¿Difícil por qué? -Sí, no ve que está llena de misterios.

El joven confiesa al cura que las mujeres de la comunidad le tientan continuamente. El cura le dice: -Resiste jovencito, y tendrás tu recompensa en el cielo. La cosa parece calmarse. Pero cuando es el turno de una espléndida pelirroja que canta en el coro, el jovencito vuelve al cura y le dice: -Reverendo, no sé cómo lo podré resistir. A propósito, ¿cuál cree usted que será la recompensa que yo recibiré en el Cielo? Y el Padre responde: -¡Una montaña de heno, pedazo de asno!

-Sí bwana reverendo. Ahora comprendo que era gran pecado para mí tener cinco mujeres. Pero tú seguro contento de saber que me he comido las cuatro que sobraban...

Dos pastores protestantes se encuentran en un restaurante. uno muy preocupado tiene la leve impresión de que su esposa le engaña con un loro, porque ha encontrado una gran pluma en el dormitorio. -¡No digas! Entonces mi mujer me engaña con un auto... -¿Por qué? -¡El otro día encontré un chófer en el armario de nuestro dormitorio!

Un fulano bien vestido entra en la sacristía, pregunta por el párroco, y empieza a hablar de la miseria que reina en el barrio: -Está luego la pobre viuda Menegazzi, con cuatro niños hambrientos y ella enferma en la cama, sin dinero para el médico; además debe tres mesas de alquiler, por lo que está a punto de ser desahuciada. Estoy tratando de reunir esa suma, y me preguntaba si usted me podría ayudar... -¡Claro que lo voy a hacer! -contesta el cura párroco-. Si usted se preocupa tanto por esa pobrecita, también puedo hacerlo yo... Pero, decidme, ¿quién es usted? -¡Soy su casero!

Una joven entra en la iglesia con pantalones y la teta izquierda descubierta. Le cierra el paso el cura párroco, diciéndola: -¡Hija mía, así no puedes entrar en el templo de Dios! -Pero, Padre, yo tengo el derecho divino... -Sí hija -dice el cura, mientras no le quita ojo-, especialmente lo tienes en el seno izquierdo. ¡Pero así no puedes entrar.

Dos curas se lamentan. -¡Vaya crisis! ¡No hay casamientos ni entierros! -¡Es verdad! Si no fuese por los dormitorios que tú y yo visitamos, ¡seguro que ni bautismos tendríamos ...!

Un joven y un pastor protestante se conocen en el vagón de un tren. horas más tarde, el jovencito ha rechazado todos los ofrecimientos del pastor sobre una revista, una bebida, un cigarrillo, etc. Responde invariablemente: -¡No, gracias! No leo... No bebo... No fumo... -Joven, admito sus principios. Me gustaría presentarle a mi mujer y a mi hija, que están en el vagón de aquí al lado. Y el jovencito sigue impasible: -¡No, gracias: soy vegetariano!

Un cura en misa: -...Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. En ese momento se levanta un jorobado y le dice: -Y conmigo, ¿qué? ¿Es que hizo un experimento?

Una procesión en Roma. El cura marcha delante exclamando: -¡Cuerpo de Cristo... Cuerpo de Cristo... Y al pasar por una esquina, ve a Sofía Loren presenciando la procesión. El cura sigue diciendo: -¡Cristo, que cuerpo... Cristo, qué cuerpo...!

Un médico conversa con un viejo compañero de estudios, ahora cura, al que también está tratando en el hospital: -¡Cómo me gustaría poder evitar ir al Infierno! -Rezaré por ti. Pero, por favor, ¡por el momento evita tú que yo vaya al Cielo!

En un pueblo el cura novato va por la noche al bar más moderno para tomar una jarra de cerveza y charlar con sus feligreses. La conversación es muy agradable. Hasta que el cura tiene necesidad de ir al retrete. Cuando vuelve, se da cuenta de que todos se están riendo a carcajadas. Pero él no comprende la razón de las risas. Cuando todos se han ido, el cura pregunta al dueño del bar. -Mire, Padre. ¿A que usted vio una mujer desnuda pintada en la pared del retrete? -Claro, no soy ciego. ¿Y eso qué significa? -Y esa mujer tiene abajo una hoja de parra... -Bien, ¿y qué? -Sabe, Padre, si alguien levanta esa hoja de parra, aquí suena un timbre fuertísimo...

Un feligrés en la iglesia: -Padre, ¿es cierto que aparta usted a las mujeres del mal camino? -Sí, hijo mío, sí. -Pues apárteme dos para esta misma noche.

La señora vuelve de la iglesia y le cuenta a su marido: -Querido, he ido a confesarme. Le he dicho al Padre que en Semana Santa procuro que no entre en mi cuerpo ni un sólo pedazo de carne... -¿Cómo? ¡Te ruego que me respetes y que hables al señor cura de una forma correcta! ¡Debe usar otras palabras para expresarte!

-Buenos días, Padre. ¿Cómo está hoy? -¡Muy mal, sacristán! ¡Acabo de enterarme que su esposa nos engaña!

En un pueblecito un hombre va a confesarse: -Padre, he pecado con una mujer casada. -¡Terrible! ¿Quién es? -No, Padre, no se lo diré. No quiero que se sepa de quién se trata. -¿Acaso la mujer del zapatero? -No, padre. -¿Quizá la mujer del sacristán? -No, Padre. -Ya sé: ¡la mujer del farmacéutico! -No, Padre. ¡Ya le he dicho que no quiero que se sepa de quién se trata! -Entonces, si no me lo dices, tendré que negarte la absolución... El hombre sale de la iglesia y se encuentra con un amigo. -¿Cómo te ha ido? -No me ha dado la absolución el cura; ¡pero dispongo de tres direcciones fenomenales!

En la escuela un sacerdote pregunta a un chico: -¿Sabes cuánto tiempo estuvieron Adán y Eva en el Paraíso? -Sí, señor cura: hasta el 15 de septiembre. ¡Porque antes las manzanas no están maduras!

En el confesionario: -Padre, he cometido el pecado de la carne. -Es grave, hijo mío. ¿Cuántas veces? -¡Padre, yo he venido a confesarme, y no a fanfarronear!

María se va a confesar: -¡Padre, padre ...! ¡Qué horrible! ¡Qué vergüenza! -¿Qué pasa, hija mía? -Juan... ayer por la noche... ¡Me violó! -¿Contra tu voluntad, hija mía? -No, ¡contra la pared ...!

El conductor de un camión entra en un bar a la salida del pueblo. -Disculpen, ¿pueden decirme si por esta zona hay vacas negras? -No las hay. -¿Y cabras negras? -No las hay. -¿Acaso un caballo negro? -Tampoco lo hay. -Pues vaya... ¡Entonces creo que acabo de atropellar a un cura!

La próxima pecadora es Josefa. -Padre, ayúdeme. El domingo fui al cine con Pedro y, más tarde, fuimos a dar una vuelta por el bosque... -¿Y? -Primero me cogió de la mano, luego me abrazó, después me besó por toda la cara... Me obligó a acostarme... Sólo para descansar un rato, me dijo. Empezó a desnudarme, y aunque yo luchaba... -¡Ya sé, ni una palabra más...! Te introdujo el órgano, ¿verdad? -Sabe, Padre, yo de música no sé mucho... ¡pero creo que aquello era una flauta!

Jesucristo vuelve a la Tierra y nadie cree en su identidad. -¡Sólo si realizas tres milagros te creemos! ¡Resucita un muerto! Extendiendo la diestra, un muerto se alza. -¡Convierte el agua en vino! Y lo hace. -Camina sobre las aguas. Comienza a caminar sobre las aguas del río, y... ¡glu, glu...! Medio sofocado, Jesucristo sale del río, y se lamenta: -¡Me había olvidado que tengo los pies agujereados!

El hombre se dispuso a confesarle al cura sus pecados: -Padre, confieso que he sentido mucha simpatía por esa joven. -¿Simpatía? ¿Cuántas veces?

Un cura está hablando de los diez mandamientos en su sermón, y cuando nombra "no debes robar ...", el señor Pérez se sujeta la cabeza, desesperado; pero cuando el cura menciona el "no debes cometer adulterio", se tranquiliza. Terminado el sermón, el cura pregunta al señor Pérez, y este le confiesa: --Es que cuando usted mencionó "no debes robar", me di cuenta de que me faltaba el paraguas... Pero cuando usted dijo "no debes cometer adulterio", recordé donde lo había dejado...

El cura desde el púlpito vocifera: -¿Quién de vosotros ha cometido pecado mortal manteniendo contacto entre hombres y mujeres? Tres cuartas partes de los asistentes se ponen de pie. -¿Quién de vosotros ha cometido doble pecado mortal, hombre con hombre? Varios hombres se ponen de pie. -¿Quién de vosotros ha cometido triple pecado mortal, mujer con mujer? Algunas mujeres, llorando, se levantan. Sólo queda un jovencito sentado, el cual, tímidamente dice: -Padre... Yo he cometido pecado mortal conmigo mismo.

Dos curas charlan en una iglesia. -¿Tú crees que antes de morirnos veremos curas casados? -No. Nosotros no, pero seguramente que los verán nuestros hijos.

Va una chica guapísima a confesarse, y le dice al cura: -Padre: Me acuso de que estoy enamorada. El cura le dice: -Eso no es pecado, hija mía. -Pero es que tengo una ganas locas de hacer el amor con... ¡Y además, de quien estoy enamorada es de usted!. ¿Cree que me salvaré? -¡Hoy te salvarás porque tengo ahora un entierro! que si no...

Dos rabinos piden audiencia al Papa, y le muestran un grabado de la última cena, con Jesús y los doce apóstoles. -Este es mi predecesor -reconoce el Papa, señalando a San Pedro. -Bien, venimos a que nos pague la cuenta de la cena. Como usted sabe, se fueron sin pagar...

Una solterona tiene una lorita que revoluciona a todo el pueblo gritando: -¡Soy una puta, soy una puta! El cura llama a la mujer y le aconseja que le lleve a la lorita, pues él tiene a dos loros que leen la Biblia todo el día. A la mañana siguiente, la mujer lleva a la lorita al cura, y éste la pone en la jaula junto a los otros dos. Luego, cuando los animalitos se han quedado solos, uno de los loros dice a su compañero: -¡Chico, cierra la Biblia! ¡Dios ya ha escuchado nuestras plegarias!

Un Papa muere y San Pedro no le quiere permitir la entrada en el cielo. El Papa furioso pide hablar con Dios. Pero Dios no recuerda quien es el Papa hasta que de pronto se da un golpe en la cabeza y dice: -¡Ahora recuerdo! El pequeño negocio que montamos en Roma, ¿todavía sigue funcionando? ¡Bueno bueno! Déjalo pasar Pedro, déjalo pasar, pero antes cierra la caja fuerte.

Dos amigas, le dice una a otra: -¿Qué tal el examen? -Muy bien, pero me tocó un profe muy creyente... -¿Creyente? -Sí, a cada respuesta mía elevaba los brazos al techo y decía: ¡Dios mío!

-¿Cómo saliste de los exámenes? -Muy bien. Me tocó un profesor muy religioso. -¿Religioso? -Sí, a cada respuesta mía elevaba los brazos al cielo y decía: ¡Dios mío!

Un amigo a otro en misa: -¿Tú que opinas de que los curas se casen? -Hombre, pues no sé. ¡Si se quieren!

Sacerdote, finalizando el sermón antes de la colecta: -El Señor acepta lo que sea, con tal de que se le dé con buena voluntad, pero también recibe lo que se da a regañadientes.

Entre dos frailes. Uno fuma y el otro no; este último dice: -No sé cómo te las arreglaste para que te dieran permiso para fumar. Yo pregunté si podía fumar mientras leía la Biblia, y me dijeron que no. -Es que yo lo hice al revés, yo pregunté si podía leer la Biblia mientras fumaba.

-Cuando llegue el juicio final -decía el predicador- habrá rayos y truenos. Los ríos nos inundarán, habrá terremotos, y lloverá fuego del cielo. Un niño que pasaba por allí con su madre, se vuelve hacia ella y dice: -¿Ese día no tendremos colegio, verdad mamá?

-En el sermón de hoy el sacerdote desarrolló el tema de la caridad y el deber que todos tenemos de ayudar al prójimo. -¿Y tú qué hiciste? -Quedé tan impresionado, que a la salida me puse a pedir limosna.

-Y usted, padre, ¡cómo sabe que el cielo es tan bonito, si nunca ha estado en él? -Es que nunca ha vuelto nadie porque no le gustara.

Uno que se las da de vivales, consigue hablar con Dios y le interroga: -¿Señor, cuánto es para ti un minuto? -Un minuto para mí es como mil años. -Y un millón de euros, ¿cuánto es para ti? -Un millón para mí es como un euro. -Pues regálame un millón de euros. -Sí, pero espérate un minuto.

En Tierra Santa. Turista al barquero: -¿Cuánto me cobra por cruzar el río? -Veinte dólares. -¿Veinte dólares? ¡Pero esto es un robo! -Tenga en cuenta que este es el río que Nuestro Señor cruzó caminando sobre las aguas. -No extraña, ¡con esos precios!

-Verás cómo saco a bailar a esa gordita de morado. -¿Baila? -No, no bailo. Primero porque usted me cae mal, segundo porque no se bailar y tercero porque soy el obispo.

Llegan tres hombres a la puerta del cielo y san Pedro le pregunta al primero: -¿Cuántos pecados cometiste? -Doce. -Da doce vueltas a la manzana y entrarás al cielo. Al segundo también le pregunta: -Cuántos cometiste tú? -Quince. -Da quince vueltas a la manzana y entrarás en el cielo. Al tercero le dice al ver que se retira: -¿A dónde vas? -A la Tierra a por mi bicicleta.