Libro de chistes cortos buenos

Un lechero fallece y va toda la familia al día siguiente a ver su testamento. Llaman a un abogado y empieza a leerlo: -A mi hijo le dejo las casas del norte, a mi hija las urbanizaciones del sur y a mi mujer los edificios de la ciudad... En esto el abogado pregunta: -¿Su marido era rico? Y dice la señora: -Que rico ni que narices! esas son las rutas para ir a repartir leche!