Libro de chistes cortos buenos

En pleno vuelo el capitán se dirige a los pasajeros: -Las condiciones climatológicas son buenas y por tanto esperamos un tranquilo y agradable vuelo. Ahora recuéstense y relájense... ¡Oh, por Dios! Tras una pausa larga el capitán retoma la comunicación y dice: -Damas y caballeros, disculpen, una azafata ha derramado café en mis piernas. Deberían ver como han quedado mis pantalones por delante. Uno de los pasajeros dice: -Pues debería usted ver los míos, por la parte de atrás.