Libro de chistes cortos buenos

Llegan tres borrachos a la estación y se ponen a correr detrás de un tren para intentar subir, a uno lo ayuda el revisor, al otro lo ayuda un pasajero y el tercero queda en tierra... Uno que pasaba por allí se acerca y le dice: -Siento que no haya podido subir al tren... -Más lo van a sentir ellos que venían a despedirme!