Libro de chistes cortos buenos

Estaban un día jugando un partido de fútbol los animales terrestres contra los animales marinos. Acaba el tiempo reglamentario con empate a cero. En la prórroga tampoco hay goles y van a los penaltis. De repente, el tiburón dice: -Esto lo tenemos ganado, ¿no veis que nuestro portero es el pulpo, que tiene ocho patas? Y le responde el pulpo: -Yo no estaría tan seguro, el primero que lanza... ¡es el ciempiés!