Libro de chistes cortos buenos

Lega un tipo a una cantina y le pide al cantinero tres copas de licor y da una explicación:- Lo que pasa es que tenía dos amigos que ya murieron y en su honor yo me tomo las copas que ellos se hubieran tomado conmigo. Eso lo hacía todos los días, hasta que un día solo pidió dos copas que luego se bebió. El cantinero muy extrañado le preguntó: -¿Y ahora qué pasó, acaso ya se olvidó de uno de sus amigos? -No, lo que pasa que yo ya dejé el vicio.